viernes, 15 de mayo de 2020

Juan José Millás


Maite Vírseda

Juan José Millas García es un escritor y periodista valenciano que nació en enero de 1946. Unos años después, se mudó junto a su familia a Madrid, donde se quedaron durante gran parte de la vida de Millás. Mientras estudiaba, trabajaba en una caja de ahorros. No logró finalizar la carrera, abandonándola en el tercer año. Se acabó dedicando a la lectura y escritura.  

Su primera novela posee características muy originales para estar escrita en siglo XX. Su segunda obra se titula Cerbero son las sombras (1975) y le permitió ganar a Millás el premio Sésamo, abriéndole de esta forma las puertas de la crítica. Años después, en 1977, escribió Visión del ahogado, y en 1981 El jardín vacío de la mano de la editorial Alfaguara. Su obra más destacable es Papel mojado, donde el escritor se dejó llevar sin pensar en el qué dirán de los lectores y la crítica. Millás escribió esta divertida novela policíaca para una editorial juvenil. Hoy en día sigue vendiendo bastantes ejemplares. Al mismo tiempo, Millás se encontraba trabajando para la prensa, al igual que hoy en día, que se sigue ganando la vida con el periodismo.
A lo largo de su trayectoria literaria se puede apreciar la introspección psicológica que Millás realiza a la hora de escribir. Convierte sucesos del día a día en historias fantásticas, y crea el articuento, un nuevo género literario personal. El escritor valenciano es columnista de El País publicando una vez a la semana y causa furor entre los lectores del diario debido a su forma de ver y opinar sobre la actualidad. Millás también ha sido reconocido por su compromiso social desde sus comienzos como periodista. Además de escribir en el periódico, cuenta con una sección en Cadena Ser donde anima a los oyentes a enviar pequeños relatos sobre palabras aleatorias del diccionario. Es una forma original de fomentar la lectura y escritura, ya que hoy en día parece estar quedándose en el olvido. Con estos relatos Millás pretende hacer un recopilatorio.
Juan José Millás es uno de los escritores más reconocidos de nuestro país. Posee premios tan importantes como el Planeta y el Nadal. Ha logrado ser galardonado por su obra autobiográfica El mundo, donde cuenta su historia siendo ya casi adolescente queriendo huir de la calle en la que lleva viviendo toda su vida para poder conocer el mundo y alcanzar sus metas.
Uno de sus artículos más conocidos es “No tienen perdón”. Millás se basa en un anuncio de la ONCE para narrar la importancia de las matemáticas en nuestro día a día. Fue un anuncio controversial porque un niño soñaba que las matemáticas no existían, tema que hizo enfadar a algunos matemáticos que defendían que ese anuncio incrementaría el rechazo a los números por parte de los más pequeños. La ONCE canceló esta campaña, y Millás se posiciona en contra con el ejemplo de uno de sus alumnos. Este había soñado que no existía la gramática, y precisamente enseñando a los niños cómo sería un mundo sin gramática, les demostraba lo importante que es en nuestras vidas. Lo mismo habría ocurrido con las matemáticas. Gracias a esto, y con su sello personal, Millás logra convertir un suceso cotidiano en una divertida anécdota y realizar una crítica a la organización que canceló la campaña.
En el segundo artículo a comentar, “Amortización”, Millás cuenta la reflexión que tuvo un día mientras se cepillaba los dientes. Tuvo un debate interno con los significados de los términos vibrar y temblar, ya que el escritor creía que su cepillo temblaba. La imaginación de Millás no tiene límites, está siempre pensando en algo, incluso en los movimientos que realiza su cepillo eléctrico. Escribe todo un análisis sobre la utilización de las dos palabras en la sociedad actual y sus connotaciones. Y todo ello con un vocabulario muy preciso y su toque de ironía característico.
Y el último artículo que voy a comentar es “Conversaciones raras”. Como bien dice su nombre, en este pequeño relato, Millás cuenta una conversación que oyó en la terraza de un bar. Dos hombres discutían sobre nacionalidades y turbantes turcos. Parecía una conversación de besugos, en la que en cuanto pudo, Millás dejo de prestar atención. De nuevo, el escritor parte de una situación cotidiana para desarrollar todo un ejercicio lleno de juegos de palabras que demuestra su gran dominio del vocabulario y que pone de manifiesto su gran sentido del humor.



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