jueves, 16 de abril de 2020

Ramón Pérez de Ayala

Maite Vírseda

Ramón Pérez de Ayala es un escritor español que nació en Oviedo en 1881. En sus obras se denotaban unos aires intelectuales y ensayísticos. Su primera publicación literaria fue el poemario titulado La paz del sendero. Al tener un toque de vista modernista, el contenido conceptual lo apartaba del concepto típico poético que había en la época. En cambio, en el ámbito ensayístico, sus publicaciones más populares fueron Las Máscaras y Política y Toros, entre otras. En el primer caso, se recogían críticas teatrales, y en el segundo, un razonamiento antimilitarista.

Su trayectoria narrativa está dividida en tres etapas: comenzó con novelas de carácter autobiográfico, donde el protagonista era el alter ego de Ayala, como ocurre en La pata de la raposa. En la segunda etapa, el escritor creó Tres novelas poemáticas de la vida española, a su vez formada por otros tres libros. Y en la última etapa escribió obras tan conocidas como Belarmino y Apolonio donde el tema principal es el lenguaje o el conjunto de Tigre Juan y El curandero de su honra, en las que se hablaba del amor entre cónyuges. En el caso de estas obras, el autor ya no habla de su vida. Se trata de temas externos. Ayala perteneció a la famosa “generación de 1914” o “novecentismo”, y murió en Madrid en 1962. 

Escribió un artículo en el periódico ABC titulado “Reencuentro con Dickens en la Patagonia”. En este artículo Ayala comienza narrando cómo en un viaje que realizó por la Patagonia, se leía dos obras tan famosas como son The Pickwick Papers y Oliver Twist. Ambas escritas por el escritor inglés Charles Dickens, que fue muy conocido en la época victoriana. En el caso de la primera novela fue con la que se estrenó el escritor en 1836. Se narran cómicamente las peripecias de un héroe acompañado de otros personajes que le van ayudando. En el caso de Oliver Twist, fue la segunda novela de Dickens (1838). En esta novela se tratan temas sociales como el trabajo infantil, ya que el protagonista es un niño que trabaja en un molino de algodón. Trata estos temas con hipocresía y humor negro.
En el artículo se denota un tono melancólico por parte de Ayala, echando de menos las sensaciones que tuvo de joven al leer esos libros por primera vez y que ahora al releerlos echa de menos, pero también cita cómo está descubriendo nuevas sensaciones que de joven no había sentido. El lector aprecia unas ideas u otras dependiendo del momento de su vida en el que se encuentre. Se pueden apreciar varios casos de metáforas, comparaciones y enumeraciones a lo largo del artículo.


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