miércoles, 22 de abril de 2020

Manuel Chaves Nogales

Maite Vírseda

Manuel Chaves Nogales nació en Sevilla en 1897 y provenía de una familia culta se dedicó al periodismo de la época republicana. Renovó el periodismo. Fue el director del diario Ahora, un conocido periódico republicano que ofrecía una nueva percepción del periodismo.  Eran publicaciones semanales y baratas, para que así todo el mundo pudiese permitírselo. Su contenido se basaba en cuentos y reportajes.  Empezó a escribir y publicar libros en redacciones locales como El Liberal o El Noticiero Sevillano. Tiempo después se fue a Madrid, donde fue redactor jefe del Heraldo de Madrid, y además crea un tipo de libros/folletines que se entregan en cada periódico. Algunos de los reportajes por entregas más conocidos son: La vuelta a Europa en avión (1929). Fue una gran novedad. Otro ejemplo es el de Juan Belmonte, matador de toros: uno de sus libros biográficos. Está narrada por un torero muy famoso que fue un niño sin recursos que quiere llegar a lo más alto en el mundo del toreo. Este es el único libro que se siguió editando a lo largo del tiempo. Otro libro: ficción y periodismo, Juan Martínez era un bailador flamenco en la época en la que la revolución soviética estaba en Rusia. A partir de las críticas periodísticas Chaves Nogales escribió una novela con hechos reales.             


Él se convirtió en un prestigiado escritor en Europa. Su libro más importante es A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España. Fue escrito en el 37, reúne pequeñas historias narrando hechos bárbaros y heroicos. Las barbaridades en ambo bandos de la guerra. La resurrección de Chaves tuvo lugar en 1940 cuando abandona Francia, ya que el país estaba en guerra. Escapa a Burdeos donde hay un golpe de Estado. Los exiliados españoles tienen que huir. Chaves va a Londres, donde publica y colabora en varios periódicos.   Murió en el 44 y “desapareció”. Se convirtió en un escritor olvidado. Chaves renació con la polémica sobre la 3ª España. Él fue uno de los que formaban parte de ella. Andrés Trapiello reivindicó su figura en un libro, donde exageraba sobre el prólogo de A sangre y fuego. Dentro de este prólogo, al comienzo habla de cómo se ganaba la vida de forma humilde redactando en periódicos artículos, novelas y biografías, entre otras cosas. A su vez, narra las complicaciones que tuvo a la hora de expresar su forma de pensar, ya que en esa época existía una gran censura dentro de las rotativas. También comenta los niveles de crueldad y división que había en España en los tiempos de la Guerra Civil, llegando al punto del que el propio Chaves Nogales estuvo a punto de ser fusilado debido a su ideología “amenazante” en contra de los grupos fascistas. El escritor sin necesidad de considerarse alguien revolucionario, admite que llegó a serlo gracias a la visibilidad que le ofrecía trabajar en uno de los periódicos más famosos del momento, declarando cómo estaba en total desacuerdo con los múltiples asesinatos que se estaban cometiendo, tanto de un bando como de otro. 
Chaves Nogales decidió abandonar su puesto de trabajo e irse de España en el momento en el que se dio cuenta que no se podía hacer nada provecho en ese país que no fuese ayudar a que subiese el número de muertos debido a la guerra, por lo que acabó en un hotel de París narrando todas sus vivencias y emociones ante los últimos acontecimientos que tanto cambiarían la España de los años próximos. A lo largo del prólogo, el escritor permite percibir al lector el tono melancólico y doloroso con el que escribe estas memorias, enumerando en varias ocasiones la cantidad de muertes y sangre innecesaria que se han derramado por parte de ciudadanos inocentes. Una de las cosas que más le duele a Chaves Nogales es lo difícil que es cambiar la situación, o que al menos, mejore un poco.

Dentro de la obra periodística de Chaves, se encuentra una entrevista titulada “¿Habrá fascismo en España?”, en la cual habla con el doctor Goebbels, el ministro de propaganda del Reich. Con la ayuda de sus discursos fue capaz de convencer a gran parte de la población alemana que a la crisis que estaban viviendo en ese momento (1933) solo podía ponerle punto y final Adolf Hitler. De este modo comenzó a gobernar el partido nazi. Goebbels fue nombrado ministro de Propaganda, y fue el encargado de crear la propaganda moderna. Dentro de la entrevista realizada por Chaves Nogales, se puede apreciar un título llamativo, captando de esta forma la atención del lector. El subtítulo deja claro lo exclusiva que es la hazaña de lograr hablar con el individuo. A lo largo de la entrevista, Chaves Nogales se salta en todo momento las contradicciones y escribe las respuestas del entrevistado en un sentido literal, sin ningún tipo de interrupción. Se pueden apreciar toques irónicos a la hora de describir al entrevistado, que se trata de un personaje con rencor debido a las burlas que recibió en su pasado. Goebbels era redactor del Angriff, el órgano de prensa del nacional socialismo, el cual era un periódico que con su artículo provocaba conmoción en sus lectores.

Además, Chaves Nogales realiza un retrato del personaje advirtiendo al público de lo peligroso que puede llegar a ser, tratando de emitir una señal de alarma. En ese momento, el antisemitismo estaba instalado en Alemania, siendo los judíos perseguidos en todo momento por los nazis. Goebbels cuenta el interés que tiene en retener como rehenes a los judíos que no sean capaces de huir del país.  También hace una referencia la propaganda del partido, asegurando que solo harán que se sepa la verdad, cuando en realidad el redactor se dedicaba a falsificar la verdad que predicaba pero niega ese hecho.

jueves, 16 de abril de 2020

Ramón Pérez de Ayala

Maite Vírseda

Ramón Pérez de Ayala es un escritor español que nació en Oviedo en 1881. En sus obras se denotaban unos aires intelectuales y ensayísticos. Su primera publicación literaria fue el poemario titulado La paz del sendero. Al tener un toque de vista modernista, el contenido conceptual lo apartaba del concepto típico poético que había en la época. En cambio, en el ámbito ensayístico, sus publicaciones más populares fueron Las Máscaras y Política y Toros, entre otras. En el primer caso, se recogían críticas teatrales, y en el segundo, un razonamiento antimilitarista.

Su trayectoria narrativa está dividida en tres etapas: comenzó con novelas de carácter autobiográfico, donde el protagonista era el alter ego de Ayala, como ocurre en La pata de la raposa. En la segunda etapa, el escritor creó Tres novelas poemáticas de la vida española, a su vez formada por otros tres libros. Y en la última etapa escribió obras tan conocidas como Belarmino y Apolonio donde el tema principal es el lenguaje o el conjunto de Tigre Juan y El curandero de su honra, en las que se hablaba del amor entre cónyuges. En el caso de estas obras, el autor ya no habla de su vida. Se trata de temas externos. Ayala perteneció a la famosa “generación de 1914” o “novecentismo”, y murió en Madrid en 1962. 

Escribió un artículo en el periódico ABC titulado “Reencuentro con Dickens en la Patagonia”. En este artículo Ayala comienza narrando cómo en un viaje que realizó por la Patagonia, se leía dos obras tan famosas como son The Pickwick Papers y Oliver Twist. Ambas escritas por el escritor inglés Charles Dickens, que fue muy conocido en la época victoriana. En el caso de la primera novela fue con la que se estrenó el escritor en 1836. Se narran cómicamente las peripecias de un héroe acompañado de otros personajes que le van ayudando. En el caso de Oliver Twist, fue la segunda novela de Dickens (1838). En esta novela se tratan temas sociales como el trabajo infantil, ya que el protagonista es un niño que trabaja en un molino de algodón. Trata estos temas con hipocresía y humor negro.
En el artículo se denota un tono melancólico por parte de Ayala, echando de menos las sensaciones que tuvo de joven al leer esos libros por primera vez y que ahora al releerlos echa de menos, pero también cita cómo está descubriendo nuevas sensaciones que de joven no había sentido. El lector aprecia unas ideas u otras dependiendo del momento de su vida en el que se encuentre. Se pueden apreciar varios casos de metáforas, comparaciones y enumeraciones a lo largo del artículo.


sábado, 11 de abril de 2020

Entrevista a Pablo Moras

Maite Vírseda

Pablo Moras (Oviedo, 1983) es un prestigioso músico en Asturias. Es Posgraduado en composición por el Conservatorio Superior de Música de Aragón,  licenciado en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Oviedo y titulado superior de Clarinete por el Conservatorio Superior de Música de Asturias. Ha dirigido la orquesta Oviedo Filarmonía, la Joven Orquesta Sinfónica de Galicia, Orquesta de las Juventudes Mundiales, Banda de Música Ciudad de Oviedo, Joven Orquesta Leonesa, Banda de Música de Avilés, etc. y ha acompañado a prestigiosos solistas como Alejandro Roy, Marina Pardo, Sandra Ferrández o Andrey Yaroshinkiy. Sus obras han sido estrenadas en Estados Unidos y diversos puntos de Europa, interpretadas y grabadas por prestigiosos músicos como Josep Fuster, Caleb Wenzel, Nacho de Paz y agrupaciones como Ensemble Contemporáneo del CSMA, Banda de Música Ciudad de Oviedo o Ensemble Concept / 21.
Para más información:

- Para ser director, musicólogo, clarinetista y compositor, antes hay que dedicar años y años al estudio, a la perfección de la técnica, a la búsqueda de un estilo y naturalmente, al período de creación. ¿Ha tenido que renunciar a algo por llegar a serlo?
Sinceramente, no tengo esa impresión. Aunque empecé a estudiar música relativamente tarde (con 16 años), ésta era ya una pasión que presentía que me iba a acompañar siempre. El tiempo que no dedico a dirigir o dar clase lo invierto en leer, tocar, escuchar o componer música. Cuando coinciden tu pasión y tu trabajo puedes considerarte un privilegiado. Hay momentos duros, por supuesto: trabajo infructuoso, injusticias, competitividad… pero todo trabajo tiene su recompensa aunque quizá no con la inmediatez que estamos continuamente buscando. Lo más duro ha sido encontrar una voz propia, un estilo personal como dices en tu pregunta… solo uno mismo sabe el tiempo y el dolor invertidos en conseguir escribir algo novedoso, sin transitar caminos trillados, coherente, etc. Es la labor de toda una vida, no termina nunca. Yo aún sigo en este proceso. Desconfía de los jóvenes compositores “en plenitud”.

- ¿Qué sintió, al ver editada su obra Rapsodia en el disco “Música virtuosa, vol. 3”  (2010), interpretada por el prestigioso clarinetista Josep Fuster?
Una alegría e ilusión inmensas. Piensa que en aquel momento era un joven clarinetista y parecía un sueño que alguien a quien admiraba muchísimo, casi un ídolo, grabase una obra escrita por mí.

- ¿Qué supuso para usted haber recibido un premio tan importante como es el Premio Carmelo Bernaola para Jóvenes Compositores convocado por la Fundación SGAE y CNDM en 2017?
Un espaldarazo muy fuerte por un lado y una inyección de realidad por otro; pero eso ya lo hablaremos en otra ocasión. Sentí mucha alegría y fue una despedida estupenda a mi “juventud” compositiva: pocos meses después dejaba de ser joven para este tipo de concursos.

-¿Cómo afrontó el trabajo de dirección al frente de la Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo y la Banda de Música Ciudad de Oviedo, para el estreno de sus obras Al río Carrocedo y No escuro, en diciembre de 2016 y noviembre de 2017?
Pues como un pequeño reto; primero por la composición, al tratarse de obras con textos largos en asturiano, lengua en la que nunca había escrito. Segundo por la escasez de tiempo y la dificultad que conlleva concertar dos orgánicos tan dispares como un coro y una banda sinfónica. No obstante, el resultado fue excelente, mérito de cantantes y músicos.

- Ha comentado que la muerte de un familiar le motivó para componer Etern florir, con la que obtuvo el Premio Bienal de Composición Ciudad de Ibiza 2018, donde narra sus últimos meses de vida. ¿Todo lo que compone tiene que ver con su experiencia de vida?
No, todo no. De hecho la mínima parte de mis obras tienen inspiración biográfica. No soy amigo de la música programática (compuesta actualmente, se entiende), ni del sentimentalismo, del “yoísmo”. Una vez terminada la obra el compositor desaparece (y mejor que sea así).

- Con motivo del estreno de su obra Windscape, en febrero de este año,  Pedro Ordieres, director de la Orquesta de la Universidad de Oviedo, dijo: “No es lo mismo enfrentarse a una obra que nunca ha sido interpretada, que no tienes referencias de discos ni de otras orquestas. Es un reto, pero también una experiencia muy bonita porque se te van ocurriendo cosas que sobre la marcha puedes hablar o modificar con el autor". ¿Cómo se contempla esto desde su punto de vista, como compositor?
Por un lado estar presente durante el montaje asegura que la idea, el discurso, las sensaciones, lo que sea que habías planteado con la obra se interprete con fidelidad. La música contemporánea requiere en ocasiones un acercamiento que resulta ajeno para muchos de los jóvenes que componen una orquesta universitaria. Por otro, la experiencia resulta enriquecedora para el compositor, que saca conclusiones y adquiere aprendizajes en un arte cuyo proceso de maduración, como dije con anterioridad, no termina nunca.

- Desde 2015 es director de la Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo, coro residente del Teatro Campoamor, responsable del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo. ¿De qué manera cree que se puede acercar a los jóvenes de hoy la oportunidad de conocer nuestro teatro musical?

En mi opinión mostrándosela tal cual es. Uno no se enamora de una persona por una descripción o una caricatura. Hoy nuestro teatro musical se hace con una calidad excepcional y es tan bello y universal que resulta irresistible. Yo creo el teatro lírico español y por tanto en mostrarlo tal cual es, llevando a los jóvenes al teatro, ensayos generales si es posible, o con medios audiovisuales. No es sencillo, pero la Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo se ha convertido en estos años casi en un coro joven, lleno de energía e ilusión. ¡Por algo será!


- Sin lugar a dudas, la docencia es el empleo más remunerado para los músicos. Según estudios recientes, el 72% de los músicos profesionales del mundo occidental (Europa, Norteamérica y Australia) se ganan la vida en el ámbito educativo. ¿Qué opina de la situación de la Música en el ámbito educativo actual?
Difícil pregunta. Si digo que hace falta más y más música, algunos dirán que arrimo el ascua a mi sardina, que soy parte interesada. Todo el mundo parece saber lo que es necesario enseñar en los colegios e institutos y hay opiniones de todo tipo: que si cocina y nutrición, que si más economía… Conozco quien eliminaría educación física, lengua y literatura e incluso la geografía e historia. En mi opinión, la música como la lengua, la literatura o la educación física son asignaturas que forman la estructura del intelecto, hacen individuos pensantes y sensibles y por lo tanto, impartidas con seriedad y sin edulcorar me parecen imprescindibles en el currículo. La literatura, la música y el deporte son alimento, consuelo y válvula de escape del dolor y la frustración humana y fomentan la empatía, la cordialidad y son la base de una sociedad sin crispación.



viernes, 10 de abril de 2020

El periódico antiguo y el actual.

Maite Vírseda

A la hora de diferenciar los primeros periódicos que se publicaron en nuestro país, y los de hoy en día pueden señalarse múltiples diferencias. Algunas de ellas son notables en el contenido, la ortografía, el diseño.

En primer lugar, en torno al contenido, en los primeros periódicos podía haber numerosas páginas al comienzo sin tener noticias en ellas. Muchas veces en las primeras páginas aparecían anuncios, mayoritariamente buscando empleadas del hogar que no conociesen la ciudad. Los requisitos que tenían que cumplir era saber guisar bien, entre otros. Se publicaban las direcciones de los hogares, pese a que en aquella época las calles no tenían nombre y era difícil encontrar las casas. Hoy en día, los anuncios que aparecen están en las últimas páginas y hay gran variedad de empleos. Además, en los periódicos también se hacían publicaciones literarias, donde a través de fascículos se iban publicando las obras más famosas de la época, como por ejemplo El conde Lucanor.
En la época de la dictadura de Franco todo el contenido que se vendía de cara al público estaba controlado por él. También se incluía propaganda política en la prensa. Con la democracia este control de información desapareció. Hoy en día vivimos en una sociedad donde tenemos libertad para opinar y decir nuestras ideas en alto. Los periódicos no tienen ningún tipo de censura y además, en algunas secciones concretas se pueden enviar cartas al director del periódico donde el lector puede decir lo que quiera.
En siglos anteriores las noticias podían difundirse de manera oral o manuscritas. Un medio de difusión era la carta, que en ocasiones se leía en público, convirtiendo su contenido en una noticia. Actualmente, podemos leer los periódicos en físico y en digital. Desde nuestros Smartphone podemos leer parte de las noticias diarias sin necesidad de salir a la calle a comprar el periódico. Hay diarios que solo existen en papel, y otros que existen en papel y online.
Con la aparición de la radio, se puede llegar a pensar que los periódicos quedarían en un segundo e incluso llegarían a dejar de venderse, pero la radio únicamente complementaba la información que aparecía en los diarios. Por lo que al no ser sustituidos, los periódicos perviven hoy en día.
En cuanto a la ortografía, no se empleaba el mismo uso de la lengua en 1758 que hoy en día. Esto se puede notar en la forma del escritor al dirigirse al público, en el vocabulario, la acentuación de las palabras, etc.
La presentación de los periódicos actuales es mucho más sencilla. En los antiguos, cuentan con adornos en cada página, entre un párrafo y otro.
Francisco Mariano Nipho fue el primer escritor del primer diario español en 1758. En un comienzo solo pretendía difundir las ideas de los enciclopedistas franceses. Hoy en día, el periódico más leído por la población española es El País.

jueves, 9 de abril de 2020

Azorín. Vida y obra.

Maite Vírseda

José Martínez Ruiz fue un escritor español que escribía bajo el seudónimo de Azorín. Perteneció a la generación del 98, un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que ganaron gran popularidad en aquella época. Todos ellos estaban inspirados por la corriente regeneracionista.
Azorín experimentó en muchos campos literarios, entre ellos: la novela, el ensayo, la crónica periodística, crítica literaria y en menor medida, el teatro, donde únicamente creó dos obras que estaban caracterizadas por el ambiente misterioso. Su padre pertenecía al partido conservador y ejercía como abogado. Azorín estudió Derecho en Valencia, donde se empezó a interesar por las lecturas literarias. Debido a esto comenzó a escribir en diversos periódicos, como por ejemplo: El Eco de Monóvar y El Mercantil Valenciano. En todos ellos escribía bajo diferentes seudónimos. En 1895 escribió dos ensayos de carácter anarquista, compartía junto a Baroja su admiración por Nietzsche y sus doctrinas revolucionarias.  Un año después, se mudó a Madrid para centrar sus estudios en el periodismo. Durante esa época escribió su primera novela, que fue autobiográfica, donde empezó a utilizar el seudónimo por el que hoy en día es conocido, Azorín. El artista tenía una técnica impresionista, en la que sus descripciones destacaban por la emoción que estas presentaban. Una vez que el escritor ya era conocido, empezó a interesarse por lo histórico. En 1924 comenzó a ser miembro de la Real Academia Española, haciendo que poco a poco se fuese retirando de la vida pública.
Por motivo de la Guerra Civil, se mudó con su esposa a Francia, para luego volver a España en cuanto todo acabó. Fue entonces cuando recibió los mayores galardones como escritor, entre ellos el Premio de la Delegación de la Prensa en 1943. En los últimos años en los que se mantuvo activo laboralmente se centró en la crítica cinematográfica. El escritor falleció en 1967.
Una de los textos a comentar de este autor es El Romancero. Azorín comienza haciendo una reflexión abierta sobre una parte importante de la historia de la literatura, en concreto, de los romances populares y sus autores. Asegura que pueden surgir en cualquier lugar y en cualquier momento. El escritor emplea un amplio vocabulario para poder describir estos romances de los que habla a lo largo de la obra, provocando la aparición de algunos recursos literarios como por ejemplo el epíteto. Según Azorín, los favoritos del público son los breves, los cuales reflejan instantes muy cortos. Posteriormente se describe un amanecer en la playa de San Juan presenciado por el conde Arnaldos. En su paseo matutino se topa con un marinero que va entonando una canción, y le dice que no se la va a cantar a nadie que no vaya con él. Con esto, Azorín ejemplifica cómo sería un romancero breve. Más adelante, el escritor cita otro viejo romance sobre un guerrero en el cual aparecen metáforas. Además, lo compara con la poesía de Gautier.
Por otro lado, Azorín escribió un libro titulado El cine y el momento, en el cual se incluía un artículo titulado Gary Cooper. En él, el autor escribe una crítica cinematográfica de la película Solo ante el peligro, en la que el actor ejerce el papel de sheriff que pretende instaurar la paz en su ciudad. Al principio, hace una descripción detallada de Gary Cooper comparándolo con el famoso hidalgo manchego, Don Quijote. Para que el lector no tenga ninguna duda, establece todo tipo de paralelismos. Hablando de la película, el escritor alaba la fotografía y estructura del largometraje. A lo largo del artículo, Azorín cuenta detalladamente un resumen de la obra donde participa el actor, el cual desempeña el papel de un sheriff ante la amenaza de un bandolero de atacar el pueblo.